¿Arriesgaría usted su salvación eterna con una trampa que no tiene marcha atrás?
¿Arriesgaría usted su salvación eterna con una trampa que no tiene marcha atrás?
Por el Dr. Juan Colón Muñoz
La cremación es uno de los temas más controversiales de
hoy día, especialmente entre la comunidad cristiana. Antes
de que usted caiga en esta trampa diabólica, debe
reflexionar en base a algunas preguntas muy importantes, ya
que su salvación podría estar en juego.
Comenzamos por hacer un par de preguntas: ¿Qué cosa es
la cremación? La cremación es la acción de quemar totalmente el cuerpo, hasta convertirlo
en ceniza, entre lo cual está la trituración de todos los huesos. Ref. Diccionario Larousse;
Webster's College Dictionary; Enciclopedia Encarta.
La otra pregunta: ¿Soy dueño de mi cuerpo, o mi cuerpo pertenece al Espíritu Santo desde que
Jesús me salvó?
Esta costumbre fue originada para honrar a los dioses de los pueblos paganos de la
antigüedad, cuando estos pasaban a sus hijos por el fuego en ceremonias rituales para honrar
a Moloc y Baal. Esto se convierte en lo que hoy se conoce como: la cremación. Dios
condenó esta práctica clasificándola como una abominación (Jeremías 32:35).
Hay que recalcar que esta era una costumbre abominable de la naciones que Jehová había
arrojado de la presencia de Israel (2 Crónicas 28:3). De acuerdo con Deuteronomio 18:10-12,
Dios prohibió enfáticamente la práctica de la cremación.
Es interesante saber como Dios protege a sus hijos del fuego destructor. Cuando
Nabucodonosor ordenó que los varones de Dios: Sadrac, Mesac y Abed-nego, fueran arrojados
en el horno del fuego con la intención de incinerarlos hasta convertirlos en cenizas, Dios no
permitió que el fuego les hiciera daño (Daniel 3:1-27).
El cuerpo de los hijos de Dios es tan importante para Dios que, aun después de muerto, Dios
no permite que Satanás lo toque. Prueba de esto lo tenemos cuando el diablo luchaba por
llevarse el cuerpo de Moisés. El arcángel Miguel batalló contra el diablo para evitar que se lo
llevara (Judas 1:9).
Sin embargo, la Biblia no niega que la destrucción por fuego es una realidad. Pero, ¿alguna
vez se ha preguntado para quiénes está reservado la destrucción por fuego? La Palabra de
Dios nos indica que la destrucción del cuerpo por medio del fuego está únicamente
reservada para el diablo y los hijos de perdición, prueba de esto lo encontramos en
Apocalipsis 20:10 y Apocalipsis 21:8.
¿Por qué cree usted que Sodoma y Gomorra fueron destruidas con fuego? La abominación del
pecado es intolerable para Dios. Las ciudades de Sodoma y Gomorra son un perfecto ejemplo de cómo Dios condena y castiga a los hijos de perdición destruyéndolos con fuego (Génesis 19-28).
Hay quienes mal interpretan Génesis 3:19, confundiendo el polvo con la ceniza. No
confundamos el "polvo" de la tierra con la "ceniza". El polvo es producto de la tierra, mientras
que la ceniza es producto de algo que fue carbonizado con el fuego. Dios dice: "Polvo eres y
al polvo volverás" (Génesis 3:19). ¿No cree usted que si Dios hubiera querido cremar al
hombre, hubiera sido más especifico en decir: Ceniza eres y a la ceniza volverás?
Hoy día, las ceremonias rituales de la cremación es practicada por los países que han
rechazado el evangelio de Cristo para adorar a los dioses falsos. Estos países son: la India,
Sri Lanka, las Filipinas, Malasia, Indonesia, China, Japón, Corea del Norte, Corea del Sur,
Tailandia, Camboya, y Vietnam. Ninguno de estos países le sirve al Dios de Abraham.
Diariamente, en todos los países asiáticos se realizan cientos de ceremonias rituales, con
danzas y procesiones en honor a los dioses de la cremación. Para ofrecerles la cremación de
sus seres queridos, se construyen gigantescas imágenes de sus dioses. Dichas imágenes son
colocadas frente al altar de la cremación para la celebración de los ritos.
En los Estados Unidos, el rito de la cremación va creciendo a un 8% cada año y muchas
iglesias cristianas están siendo víctimas de esta mentira satánica. Muchas personas
eligen este método porque lo consideran financieramente conveniente. No se deje engañar
por el diablo. Cuando un cristiano elige ser cremado, a sabiendas de lo que dice la Palabra
de Dios, no solo está honrando a los dioses paganos de la antigüedad, sino que está
condenándose a perder su salvación eterna. Lo lamentable de la cremación es que no tiene
marcha atrás. Es un pecado de lo cual no tendrá oportunidad de arrepentimiento. El que
pidió ser cremado a sabiendas de que Dios lo prohibe, ha condenado su alma para siempre.
Repetidas veces Dios prohibió a sus hijos la práctica pagana de pasar a sus hijos por fuego,
dejando enfáticamente claro que la cremación es abominable para ÉL. Dios nos ha llamado a
ser un pueblo santo (Deuteronomio 7:6), y como hijos obedientes estamos llamados a rechazar
todo lo que tiene raíces en el paganismo de los dioses antiguos. Por el contrario, la Biblia nos
revela la forma correcta de tratar el cuerpo después de la muerte. Ella nos habla de
SEPULTURA. Esto se refiere a ser ENTERRADO bajo el nivel de la tierra.
He aquí algunas referencias sobre personajes de la Biblia que fueron SEPULTADOS:
Sara- Génesis 23:19; Génesis 49:31; Abraham- Génesis 25:7-9; Isaac- Génesis 35:29; Rebeca-
Génesis 49:31; Jacob- Génesis 47:28-30; Raquel- Génesis 48:7; José- Génesis 50:24-26;
Josué 24:29-30; Sansón- Jueces 16:30-31; Samuel- 1 Samuel 25:1; Abner- 2 Samuel 3:32;
David- 1 Reyes 2:10; Eliseo- 2 Reyes 13:20; Salomón- 2 Crónicas 9:31;
Asa- 2 Crónicas 16:13-14; Josafat- 2 Crónicas 21:1; Uzías- 2 Crónicas 26:23;
Jotám- 2 Crónicas 27:9; Acaz- 2 Crónicas 28:27; Ezequias- 2 Crónicas 32:33;
Manasés- 2 Crónicas 33:20; Josías- 2 Crónicas 35:23-24; 22. Jesús- Juan 19:40
(en esta última referencia se especifica que el "sepultar" era una costumbre de los judíos)
Hay que reconocer que la Palabra de Dios es enfáticamente clara. La Biblia nos enseña que el
cuerpo debe ser SEPULTADO. En ninguna parte de las Sagradas Escrituras encontramos a
Dios autorizando la cremación de los cuerpos humanos.
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